domingo, 6 de noviembre de 2011

EN EL DÍA DE LAS VOTACIONES

En el día de las votaciones
nadie responderá del hambre y la pena
cuando nos desnuden los ojos
con palabras digeridas de antemano.

Callará la conciencia
(que, cuando calla, derrama sangre)
y al niño que escupe flores
por su inocencia
lo encontrarán llorando en las aceras
de los colores que se mueren.

Votaremos con las manos en los bolsillos
por el miedo a que se nos desprendan
y se cierren de pronto con rabia.
Las urnas se habrán tragado ya
los puños cerrados y nadie hará recuento
de las penas porque no interesa.

                   M.A.N.H. (15/6/1989)

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