miércoles, 23 de julio de 2014

ROMANCE DE LA COMPAÑÍA PETROLÍFERA 

(1)

Como en el Amazonas,
tu nombre ya innombrable,
peste silente. Tu nombre
sucio, falso, repugnante.
Aquí también. De serpiente
tu nombre, cruel y amable.
Disfrazado de cordero
para chuparnos la sangre.

Entre oscuras prospecciones 
tu nombre, emporio del hambre,
sujeta nuestro destino
a un asiento contable,
a una espera terrible,
a un posible derrame.

(2)

El piche o chapapote
en nuestras costas. Y nadie
que se responsabilice.
Nadie que responda, nadie.
Dicen que un barco limpiando
las sentinas. Quién fue: Nadie.

De pronto el chapapote
aparece sin más. Nadie
lo ha traído. Nadie lo sabe.
Tu nombre lo lleva, nadie. 
Pestilencia de tu nombre
pétreo, sucio, miserable.

(3)

Sólo te mueven oscuros 
intereses comerciales,
la cuenta de resultados
a final de año, las bases
de un crecimiento insólito,
el mercado de gigantes
de negocios a futuro,
un comercio de mangantes.

(4)

Quienes contigo caminan,
tu nombre y sueño comparten,
y son de tu misma piel 
y beben tu vino amable,
comparten mesa y plato
y sorben tu hilo de sangre.

Políticos usureros,
que vendieron a sus madres
por cuatro cochinos euros,
contra el pueblo combaten
en defensa de tu sucio
nombre, tu nombre y tu carne.

Políticos que actúan
como tus representantes
soliviantan la marea
con tal de congraciarte.

(5)

Romperemos con tu nombre
a gritos contra el aire:

¡Que no queremos tu rastro
de aceite, tu huella de sangre,
la paz que incautas, la luz
que nos sujeta al alambre!


M.A.N.H. (22/07/14)

No hay comentarios:

Publicar un comentario