Ese,
despistado de su sombra,
que ataca el desayuno con prisa,
sale a la calle
y abre los brazos de molino.
Ese,
envuelto en oscura luz,
que tropieza en cada palabra,
y retiene el aliento,
por si giras el infinito, cuando pasas.
(El que llora lo que esconde
para no morirse
en la cuneta de tus ojos)
Ese,
loco,
bobo,
insomne,
cínico sin chispa,
Ese,
atolondrado,
descreído.
Ese,
ese no soy yo.
M.A.N.H. (26-01-16)
jeje, esperaba que no fueras tu
ResponderEliminarsaludos
Sólo es mi sombra en el espejo, el vislumbre de su reflejo. Un abrazo, Omar!
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